

El controversial comentario de Paluch
El episodio se produjo durante el pase entre su programa y el de Beto Casella, cuando la conversación abordaba un caso policial relacionado con una “viuda negra” en el barrio de Palermo. Fue en ese momento que Paluch, en tono de “broma”, sugirió la posibilidad de “arreglar” para que una locutora fuera sometida sin su consentimiento, lo que incomodó a todos en el estudio.
A pesar de la intervención de su hija, quien también trabaja en la radio y trató de frenar sus palabras, Paluch insistió: “¿Pero no hay un nivel chiquitito? Que te da un besito y nada más?”. Esta actitud fue rápidamente rechazada por quienes estaban presentes en el estudio, y el comentario fue interpretado como una apología al acoso sexual.
Reacción de la emisora y suspensión temporal
Las autoridades de Rock & Pop no tardaron en reaccionar ante el incidente. Según informó el periodista Luis Bremer, la emisora decidió suspender a Paluch de su programa, al menos hasta el viernes. A pesar de sus disculpas, la gravedad de sus palabras no pasó desapercibida, y la radio decidió marcar un límite claro a este tipo de comentarios.
Un historial polémico
Este incidente se suma a un largo historial de problemas de conducta para Paluch. En 2017, el conductor fue denunciado por acoso sexual tras un incidente con una microfonista en A24, a quien le tocó el trasero mientras le retiraba el micrófono. El hecho fue grabado por cámaras de seguridad, y otras mujeres también salieron a denunciar situaciones similares. Tras esa denuncia, Paluch fue desplazado de la televisión y su presencia en los medios se redujo considerablemente.
¿El fin de su carrera en los medios?
Aunque la suspensión es temporal, el futuro de Ari Paluch en Rock & Pop parece incierto. La emisora ha tomado una postura firme ante el incidente, lo que deja abierta la posibilidad de que se tomen decisiones más drásticas en el futuro. Este nuevo escándalo, sumado a su historial de denuncias, pone en duda si podrá continuar en su carrera mediática.
Este episodio resalta la creciente intolerancia hacia comentarios y actitudes que perpetúan la cultura del acoso, demostrando que el tiempo de “bromas” de este tipo ya ha pasado.