

Este fenómeno natural ocurre cuando el mar está agitado y una gran cantidad de proteínas y otros compuestos orgánicos se liberan de microalgas en las aguas. Estas sustancias actúan como tensioactivos (similares a los detergentes), atrapando aire y formando burbujas persistentes que se pegan entre sí. El viento, entonces, arrastra esta espuma hacia la costa, creando el efecto de "fantasmas blancos" que invaden la tierra desde el mar.
La Dra. Nora Montoya, jefa del Programa Química Marina y Marea Roja, explicó que este tipo de fenómenos pueden originarse por una floración extraordinaria de microalgas. Cuando estas algas se rompen debido a la acción de las olas, liberan proteínas, lípidos y otras sustancias orgánicas que facilitan la formación de la espuma. Este fenómeno no es común, ya que requiere una gran cantidad de algas con la capacidad de producir las sustancias necesarias.
A medida que la espuma cubría la costa, la pleamar, que superó los valores habituales, hizo que el mar llegara hasta los acantilados, pero no causó daños visibles. Sin embargo, la imagen de la espuma cubriendo la arena y las piedras, acompañada de la fuerza de las olas, ofreció una nueva postal del paisaje costero de la región.
Los visitantes no tardaron en capturar imágenes de este insólito espectáculo y compartirlas en redes sociales, haciendo que el fenómeno natural se volviera viral en poco tiempo. La espuma marina es, sin lugar a dudas, un recordatorio de los fenómenos impredecibles que la naturaleza nos regala en las costas argentinas.