

Desde la Casa de Gobierno en La Plata, Kicillof cuestionó duramente la imposición de la boleta única, calificándola como “inconsulta” e “inviable”. Advirtió que, de implementarse de forma conjunta con las elecciones nacionales, el nuevo formato obligaría a utilizar dos urnas diferentes, lo que podría provocar demoras, largas filas y confusión en el electorado.
“Firmé el decreto para garantizar un proceso ordenado, transparente y centrado en el derecho de los bonaerenses a votar en condiciones claras”, sostuvo el mandatario, quien también rechazó propuestas como duplicar mesas o abrir nuevos centros de votación: “Eso es imposible en nuestra provincia, donde ya se vota en jardines, urnas móviles e incluso en municipios vecinos”.
El anuncio no cayó bien en el ala kirchnerista del justicialismo. Desde el Instituto Patria cuestionaron la decisión de Kicillof como unilateral y divisoria. “Un suicida político”, deslizaron en voz baja, y lo acusaron de “romper con Cristina” y de evitar un enfrentamiento directo con Milei. “La provincia debería votar en simultáneo con la Nación para fortalecer al peronismo y derrotar al gobierno de ultraderecha”, expresaron.
Desde el entorno del gobernador rechazaron esas críticas y aseguraron que la decisión busca evitar un caos logístico. “En muchas provincias se desdobla. ¿Por qué acá sería un problema?”, argumentaron. Además, remarcaron que La Libertad Avanza aún no cuenta con estructura ni candidatos competitivos en territorio bonaerense.
“No se podía seguir esperando una resolución que no llegaba. La ley es clara: la fecha la pone el gobernador, como sucede desde hace 40 años”, subrayaron fuentes oficiales.
En paralelo, el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, Alexis Guerrera, suspendió la sesión legislativa prevista para este martes, en función del nuevo escenario electoral. “Considero prudente dejar sin efecto la convocatoria”, publicó en redes.
El nuevo calendario plantea un desafío inédito para Unión por la Patria, que deberá reconfigurar su estrategia electoral en medio de la interna más áspera de los últimos años. Kicillof, mientras tanto, se mantiene firme: “Defender a la provincia es también contribuir a un proyecto nacional que enfrente el ajuste de Milei y sus consecuencias”, afirmó.