

La denuncia que dio inicio a la causa fue presentada en noviembre de 2021, y tras más de tres años de investigación judicial, la causa llega finalmente a juicio. La imputación se basa en el artículo 119 del Código Penal argentino, que prevé una pena de seis a quince años de prisión cuando media acceso carnal por vía vaginal, anal u oral, o mediante otros actos análogos.
En paralelo, organizaciones feministas locales convocan a acompañar a las víctimas este miércoles 4 de junio a las 10 horas frente a los Tribunales de calle 87 y 6. En un comunicado difundido en redes sociales recordaron:
“Ni Una Menos también es acompañar los casos de violencia sexual en nuestra ciudad. Basta de complicidad”.
Uno de los testimonios claves que impulsó la investigación fue difundido públicamente en redes por una de las denunciantes, quien decidió dar a conocer su experiencia para alentar a otras posibles víctimas a hablar. El relato completo fue:
“Tenía dos opciones. Hablar o dejar guardado lo que me pasó este noviembre 2021.
Conocí hace un tiempo a Enrique Ardanaz (profesor de Educación Física, kinesiólogo, guardavidas). Todo era normal. Hasta que un día pasó lo que no tenía que pasar.
Esta basura me violó. No me respetó. No me escuchó. No me oyó.
Grité. Lloré. Pedí por favor. Supliqué. Nada parecía importar.
Solo su cuerpo enfurecido sobre mí. Cegado. Sin reaccionar. Sin importar nada. Sin escuchar mis súplicas.
No es necesario dar más detalles. Fue el momento más horrible y triste de mi vida.
El daño es interno. Lo llevo conmigo sin ser visto.
Destrozó mi dignidad. Se llevó mi integridad, mi seguridad, mi confianza.
Decidí hablar. Porque no admito que sigan pasando estas cosas. Porque no quiero que le pase a nadie más.
Porque nadie se merece lo que me pasó. Lo que viví.
Esta es la manera que elijo para hacer justicia. Sin tener que pasar por situaciones desagradables para mí y mi familia.
Porque NO es NO. Porque no te lo tenía que repetir mil veces.
Porque un hombre no viola, viola un violador.
Yo voy a llevar este sufrimiento el resto de mi vida.
Pero vos también vas a pagar por lo que me hiciste.
Vas a pagar con tu humillación pública.
Vas a pagar con la justicia social.
Y con la justicia divina.”
Desde los espacios convocantes destacaron que cualquier persona que haya sido víctima de Ardanaz puede acercarse a declarar durante el juicio. El acompañamiento colectivo, remarcaron, “es parte del camino hacia la justicia y una forma de reparación para quienes se animaron a romper el silencio”.