martes 19 de marzo de 2024 - Edición Nº2725

Opinión | 2 oct 2018

Un ajuste que cierra con represión (y con medios de comunicación)

“El ajuste cierra con represión”, vienen repitiendo un sinnúmero de dirigentes opositores ante el desarrollo de las políticas macristas. En tiempos de pos verdad  apretaría F5 y diría: “El ajuste cierra con represión y con los medios de comunicación”. Nota de opinión de Nicolás Salas.


Por: por Nicolás Salas

Mientras Patricia Bullrich empieza a construir las condiciones para criminalizar, encarcelar y perseguir a militantes sociales, sindicales y políticos, Clarín, la Nación y compañía hacen sus aportes para que el ajuste no se sienta como ajuste, sino como apuesta al “sí se puede”.

En las últimas horas, empezaron a circular por las redes sociales un sinnúmero de titulares de diarios o noticieros que dan cuenta de un rebrote de noticias de “color” que, a contramano de lo que pueda pensar algún distraído, llegan a tener mayor condensación política que más de una cadena nacional encabezada por el Presidente Mauricio Macri.

Un lingüista o semiótico podría “hacer dulces” con las simpáticas placas e informaciones vertidas por los medios que, no casualmente, han sido parte del sostén ideológico del macrismo, incluso desde antes de que el expresidente de Boca se sentara en el sillón de Rivadavia.

Los despidos y la caída del poder adquisitivo llevaron a 12 millones de ciudadanos a vivir bajo la línea de la pobreza. Va de suyo que el consumo se desploma ante los pronósticos de una inflación anual mayor al 40%. La insistencia noticiosa respecto a “los cuadernos” de la corrupción K no lograron construir mayor sentido que el que viene generando los límites de la billetera obrera. Así es que lo que los aparatos ideológicos del Estado (los medios) empezaron a hacer del ajuste una moda, una nueva costumbre o una “tendencia”.

“Compartir niñera con otra familia, una modalidad que llegó a Argentina de la mano de la tecnología”, dice la sección Sociedad del diario Clarín. La precarización también le llegó a la niñera que, por el mismo precio, deberá cuidar dos niñxs en vez de unx.

Trabajar hasta más allá de los 65 años puede alargarte la vida”, es el consejo que el canal 26 le da a los jubilados que sufrieron el recorte de sus haberes a fines del año pasado.

La lista sigue. Otra de Clarín: “Es mejor ganar poco menos pero estar ocupado”. Un  espaldarazo para que se queden en sus casas los trabajadores que recibieron paritarias del 15% pretenden organizarse para pelear por lo que lo corresponde.

Dale dale con el look y pensá que “La ropa usada está de moda”, así nos interpela el noticiero del mediodía de Canal 13.

La honestidad de La Nación mata, y sí. Por eso va un poquito más allá y se mete directamente con el alimento diario: “Desayuno: si o no. Pros y contras de la primera comida de cada día”. Que la pobreza no te quite el lujo y si te tirás carne a la parrilla que sea de “asado de caballo” como lo recomienda la tele.  Ojo, también cuidan tu salud, a televisión pública nos da una clase de internacionalismo nutricional y plantea que “En Dinamarca el aumento del precio de la manteca salvó vidas”.

¿Da bronca esto? Y sí. Ahora, responsabilizar a los laburantes que acompañan o acompañaron este modelo es patear la pelota afuera. Los medios nos han embrutecido, pero principalmente lo ha hecho la política. Ella es la única capaz de construir condiciones favorables o desfavorables para que los diarios, redes y portales puedan vender mierda por caviar.

Los medios no construyen condiciones estructurales sino que intervienen sobre ellas, foguenado en uno u otro sentido. De allí que sus planteos pueden tener mayor o menor incidencia según el carácter que posean esas condiciones.

Clarín y la Nación son Clarín y la Nación mucho antes del 2008, incluso anterior a la dictadura. Me animaría a decir que son anteriores a su existencia. Son medios de un sistema y para un sistema. Si la experiencia de la historia nos dice algo, es que la población puede sacarse el lastre de los intereses ajenos solo cuando se siente transformadora de su propio destino, cuando delibera, participa y triunfa, y más aún, cuando defiende sus triunfos.

Cabe preguntarse qué ha hecho la política antes del arribo de los CEO al gobierno. ¿Cómo politizó la sociedad? ¿Con qué intereses? ¿Para qué? ¿Con qué objetivo?, son alguno de los interrogantes que deberán formularse quienes tengan aspiraciones de gobernar, ya que cuando la sociedad se embrutece y a la vez descree de la política como herramienta de transformación brotan de la oscuridad candidatos como Bolsonaro en Brasil, Matteo Salvini en Italia o Jimmy Morales en Guatemala.

* Nicolás Salas es Licenciado en Comunicación Social, periodista de Noticias de Necochea y militante social. 

 

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