Unos días después de que un ex presidente hablara de golpes de estado, la policía de la provincia de buenos aires sale a la calle con protestas en contra del gobierno. En el medio el ejército reivindica el terrorismo de estado, los medios instalan el peligro del avance del comunismo, se sacraliza la propiedad privada, sumemos el condimento de un intendente exitoso en su gestión, pero desastroso en el manejo de la pandemia en su distrito, que desconoce los protocolos sanitarios provinciales, tratando de darse una autonomía que va de bruces con la constitución provincial. Actitud que lejos de ser una rabieta serrana lo que intenta es menoscabar la autoridad política del gobernador.

Estamos ante discursos y hechos preocupantes para la vida institucional de esta democracia de mediana edad. Ojo, cuando la derecha prueba sangre, es como el perro de campo que mata una gallina, no para.

Quedan dos caminos, entregarnos mansamente claudicando cada una de nuestras banderas que nos llevaron a la victoria electoral en 2019 o hacer las cosas para cual la gente nos votó, y eso es gobernar para nuestro pueblo, con tierra techo y trabajo. Gobernar para nuestro pueblo también con memoria, verdad y justicia. Se lo debemos a los que se jugaron la vida, a los que se la ganan peleando desde abajo y a los que la perdieron por impunidades pasadas como Santiago, Rafa y Facundo.