jueves 02 de mayo de 2024 - Edición Nº2769

Sociedad | 5 feb 2021

Intentan develar el orígen de restos navíos del siglo pasado hallados en Costa Bonita

Regresan las hipótesis respecto al desembarco de militares nazis en nuestras tierras, escapando tras su derrota en la 2° Guerra Mundial. Dos investigadores pidieron en el Concejo Deliberante el apoyo al proyecto "Eslabón Perdido". Mirá de qué se trata.


El miércoles 3 de febrero se realizó una particular reunión de la Comisión de Cultura y Educación del  Concejo Deliberante. El espacio, presidido por el concejal Arana, recibió a Fernando Tripiana y Carlos Palotta de la "Asociación Amigos del Museo y Archivo Histórico de Necochea", quienes explicaron el Proyecto “Eslabón Perdido” por el cual solicitan sea declarado de Interés Público por parte del Concejo Deliberante.

“Necesitamos este apoyo a los efectos de poder seguir con la investigación y tener el apoyo municipal”, expresó a la prensa del Concejo, Carlos Palotta, un trabajador e interesado en las investigaciones sobre la llegada de embarcaciones nazis en nuestra región, luego de la Segunda Guerra Mundial.

Explicó que el proyecto Eslabón Perdido se trata del intento de averiguar el orígen de 2 piezas que halladas en la playa en la década del 50´, por vecinos, entre Arenas verdes y  Costa Bonita: Son dos extrañas palas de timón, una dentro del mar y otra en la playa”, describió y agregó que “por investigaciones que se han hecho, no corresponderían a nada de lo conocido, a ninguna embarcación de la que está siniestrada en la zona”, de las que ya se estudiaron unas 60 vehículos. 

Además agregó que el material de estos elementos es extraño: “no es un acero común”. En náutica, la pala del timón es, junto a la madre del timón, una de las partes del timón de un barco. Aunque también se utiliza en submarinos. Está constituida por un plano vertical que puede pivotar a fin de desviar el flujo del agua bajo el casco para cambiar la dirección de la embarcación. Antiguamente, la pala por lo regular era de una madera ligera, compuesta de varias piezas que se llaman azafranes.​

Respecto a eso, su compañero de estudios, Fernando Tripiana agregó que “es un material de acero con base ferrosa, pero con aluminio. Entonces no es un chapón común lo que apareció ahí”, describió y agregó que hoy se está haciendo un minucioso estudio al respecto en el Instituto Balceiro. 

Tripiana explicó que “Eslabón Perdido” está compuesta por “gente capacitada a nivel científico” y que entablaron relaciones con el Ministerio de Seguridad y Prefectura Naval. 

“Son piezas que ya han sido encontradas y relevadas por los vecinos hace muchísimos años., podríamos decir en los años 50´ 60 ´, pero nunca se les dio trascendencia, nunca hubo una inquietud o una gestión para resolver cuál era su origen”, recalcó.

Pero ahora, al entender que las piezas no tienen características que pudiesen vincular a los barcos siniestrado en esa zona, “eso induce a pensar que es otra cosa que se desconoce”, expresó enigmático Tripiana. 

Hipótesis

Una de las hipótesis y la que parecería tener mayor trascendencia periodística a nivel mundial es que sean restos de barcos y submarinos nazis, que utilizaron los militares alemanes para escaparse de sus tierras al finalizar la Segunda Guerra Mundial, tema que fue investigado y comentado en nuestra ciudad en diferentes notas periodísticas y relatos,  pero sin pruebas científicas. 

“Esa podría ser una de las hipótesis pera a ciencia cierta no se sabe”, relativizó Palotta. “Todos sabemos que la historia oficial dice que no hubo eso acá, pero todos sabemos también que por trascendidos de los vecinos, por historias que se cuentan, han habido cosas que hoy por hoy no se saben. Pero se sabe que han habido alemanes en las playas de Lobería”, afirmó. Por eso el objetivo de Eslabón Perdido es “ un poco develar a qué corresponde”. Y finalizó: “No podríamos aventurar una hipótesis en particular. La investigación eslabón perdido va a tratar de desvelarlo. Vamos a ver, con el tiempo, qué nos dice”. 

Historia nazi

“El Cabo de la última esperanza” le decían metafóricamente los nazis a América Latina, según expresó un ex prisionero que pasó el resto de su vida investigando el paradero de los jerarcas alemanes luego de haber sido derrotados en la 2° Guerra Mundial. 

Se les llamba las “ratlines” o “líneas de ratas” a los circuitos náuticos que desplegaron los miles de soldados y dirigentes alemanes cuando se dieron a la fuga en 1945. Se ha escrito e investigado mucho sobre los 9.000 militares y colaboradores que huyeron a América del Sur, de los que unos 5.000 se habrían quedado en Argentina.

Habría sido en Julio del 45 donde algunos pobladores, investigaciones y notas periodísticas denunciaron la llegada de barcos y el recorrido de submarinos en diferentes zonas de las playas de la región, tanto en Lobería o más cercano a Costa Bonita, Quequén. 

Fotos ilustrativas

 

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