Durante todo el aislamiento y sobretodo en las dos semanas de tensión que se vive tras las últimas 21 infecciones, la policía que ejerce el control en la ciudad pendula entre el "cuidado" de que el decreto nacional y los criterios municipales se cumplan, y una actitud de persecución e inteligencia, generando episodios que están en la cornisa de vulneración derechos. También se denunció públicamente a la Prefectura, encargada de los allanamientos en nuestra ciudad. 

Durante marzo, un episodio de abuso policial en el barrio 9 de julio generó la primer "marca" de lo que podía significar la tarea policial en este contexto. 

El primer caso tiene que ver con un "error" de la Prefectura, quienes procuraron ingresar a la casa donde se había realizado el BabyShower. El testimonio fue expresado por Cristina Laurizi en sus redes sociales. El mal momento fue el pasado 31 de mayo a las 17.10 de la tarde en la vereda de su domicilio. 

"Fui sorprendida  por estos inadaptados y violentos, me decían que le abriera la reja y yo me resistía, no me daban ninguna explicación y me decían que me iban a tirar la reja abajo y que me llevaban detenida y allanar mi casa. Yo me puse muy mal y seguían insistiendo, entonces yo le pregunto  si venían por el babyshower y ahí aclararon que sí... obviamente que yo nada que ver", explicó la vecina sobre esos momentos de angustia.

La casa que la policía y Prefectura intentaba allanar era "una casa de por medio". Recién ahí me preguntaron Nombre y Apellido y el Dni... Yo a lo que voy es lo mal que se portaron hacia mi persona, acusándome sin decir qué pasaba, de manera muy violenta...soy una persona hipertensa y asmatica, me sentía muy mal" y finalmente se pregunta: Si me daba un infarto, ¿quien se hacia responsable?"

Fotos y fichaje un menor 

Otro caso tiene que ver con algo similar al caso del barrio 9 de Julio, donde la policía interceptó a un menor para interrogarlo. Sandra Clerico, madre un adolescente local comentó sus preocupaciones y miedos a NdeN. Se preguntó "¿Quien autoriza a detener a menores? ¿Y de donde sale la orden de sacarles foto, por más que sea de espalda?"

Según relató, también el domingo 31 de mayo, a las 18 hs, un joven de 16 años fue a tres cuadras de su casa a dejarle la computadora a un técnico "para que la repare, ya que la necesitan para estudiar", explicó la mamá. Fue en la esquina de 133 y 42 que había un patrullero estacionado y cuando el joven dejó la computadora en lo de la vecina y regresaba, se bajan de patrullero dos policías y le preguntan qué hacía. "Mientras él les explica, la vecina a quien le dejamos la compu para reparar, sale a explicar también por qué mi hijo estaba ahí, igual le tomaron los datos, le advirtieron que la próxima tiene una causa judicial y le tomaron una foto de espalda", expresó indignada la madre. 

"¿Esto es cuidarnos? ¿Porque no se ocupan de cuidar las entradas de la ciudad y hacer un seguimiento a lxs que sí saben tienen que estar en cuarentena?", expresó y opinó "si es cierto que hay infectados de coronavirus en Necochea es porque no supieron cuidar la entrada de la ciudad, o podría decirse que no les conviene, que ese no es el plan, que intimidar y dominar es lo que buscan". Finalmente, lo que más molestó a esta madre es que "le hicieron firmar un acta, las dos mujeres policías...queremos saber si lo hacen solo para atemorizar o si queda fichado su foto en algun lado".

Otra situación de fotos

Tal es el caso de Guillermina Juliano, quien explicó a NdeN que al comienzo del asialmiento se trasladaron a comprar a una farmacia y una mercado y por la zona de 83 y 10 un patrullero con oficiales les pidieron los datos, a pesar de que las dos chicas les mostraron los tickets: "Nos dijeron que no podíamos andar de a dos pero lo más raro fue que sin mediar palabra, ni avisar, ni pedir, nos sacaron fotos con el celular, sin decirnos para qué lo hacían". 

Matrimonio increpado

Uno de los domingos de mayo, cerca de las 11 am, el dirigente del Sindicato de Casineros, Fernando Hansen, se encontraba realizando algunas compras en la cuadra de su casa junto a su pareja. El caso fue en la esquina de 75 y 38, cuando cada uno estaba haciendo compras en distintos negocios y cuando un patrullero policial los observó, comenzaron a interrogarlo. 

"Uno estaba tranquilo pero el otro nos preguntaba porqué estabamos caminando juntos si vivíamos en el mismo domicilio, nos tildó de irresponsables, le explicamos que salimos a hacer dos cosas diferentes y que nos parecía un atropello a lo que estaba haciendo", contó Hansen a NdeN. Al rato le permiten seguir circulando a la mujer, pero a Hansen le piden documentos y comienza a labrarle un acta como infractor de la cuarentena: "Si quizas nos hubiese sugerido que no salgamos juntos, hubiese sido de más empatía", opinó.

"Cuando le digo que me molestaba que me trate como un delincuente me respondió  °si te tratara como un delincuente te pongo los ganchos y te tiro arriba del móvil°...a partir de ahi perdí el orden, un atropello a los derechos civiles de cualquier lugar del mundo... es nefasto el accionar de los agentes, después se ponen entre ellos sin barbijos a charlar entre sí", se expresó Fernando Hansen.

"Uno está a favor de la prevención, la tolera y respeta, ahora en ese modo también tiene que primar el sentido común y es una tonteria labrar un acta a un matrimonio que sale a hacer un mandado a 100m de la casa un domingo a las 11 am. La cacería de brujas no hay que hacerla con los vecinos comunes, hay que prevenir realmente donde están los peligros, o quienes corrompen adrede y perjudican a todos. Además sacaron fotos", finalizó expresando uno de los comunes denominadores de estos casos: la toma de fotografías sin consentimiento.