Terminaron las indagatorias y empiezan los alegatos en la Mega Causa Campo de Mayo

- Por Miguel Fernández Long*

Llega a la etapa de alegatos el histórico juicio por crímenes aberrantes cometidos en y por la guarnición más grande del Ejército Argentino. Guarnición insigne y central de esta institución del Estado desde la cual se desplegaron todo tipo de intervenciones, más o menos violentas, en la vida política, social y económica del país durante el siglo XX.

La fiscal del Juicio oral, Gabriela Sosti afirma que el Comando de Institutos Militares fue el dispositivo central del poder territorial del Ejército Argentino desde Tucumán a la zona norte de la provincia de Bs.As. y que es central en el plan de exterminio de todo el país. Nos recuerda que es la misma fuerza la que proclama su responsabilidad primaria en la “batalla” por la Directiva 404/75 del Comandante General del Ejército, documento que hace años se ha incorporado como prueba a los expedientes de la justicia.

La fiscal también hace mención, en la entrevista dada a Fernando Tebele de La Retaguardia anticipando el inicio de su alegato, al valor historiográfico de la documentación incorporada como prueba en la larga instrucción de la causa 3005 “Riveros y otros” como se denomina al juicio grande de Campo de. Mayo.  Esta causa enorme, unifica el proceso de 350 casos de personas víctimas del accionar represivo y acusa a más de 20 hombres de las FFAA y de Seguridad.

Ingresar a Documental 3D interactivo que reconstruye el Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio "El Campito", que funcionó en Campo de Mayo.

 

La importancia que tiene esa reconstrucción histórica no solo está dada por lo que restituye y repara en la trama del relato histórico colectivo sino también por la producción de saberes y dispositivos que nos pueden ayudar a resolver los enigmas sobre las personas desaparecidas no solo en el norte del gran Buenos Aires sino en otras zonas del país.

Decimos esto porque a medida que conocemos el funcionamiento espacial de las fuerzas conjuntas en un caso paradigmático como el de la Zona de Defensa IV, hemos podido seguir los posibles recorridos de las personas secuestradas y establecer a veces su destino final. 

La centralidad del Ejercito y de la inteligencia militar nos permite pensar que en todas las Zonas de Defensa el funcionamiento era el mismo. Mas allá de qué fuerza secuestrara a una persona las jefaturas de Zona, Área y Sub Área eran personal de ejército, generales los primeros, coroneles los de Área y mayores los últimos. Mas allá de como estuviera conformada la patota que secuestraba debía haber un mimbro de la comunidad de inteligencia.

Y aunque los interrogadores fueran del SIN, de coordinación federal o de la fuerza aérea, a la larga toda la información iba a pasar por el jefe del departamento dos (informaciones) del estado mayor de la Zona de defensa que sea. Para finalmente terminar su recorrido en la porteña esquina de Viamonte y Callao sede del batallón 601 de Inteligencia.

También este juicio nos permite saber que siempre en el momento del secuestro la comisaría del lugar, último eslabón del organigrama de inteligencia, daba área libre, cortaba las calles y proveía de hombres y vehículos de apoyo a las Fuerzas Especiales de Tareas: las patotas

También en las comisarías estaba el área restringida destinada a que los interrogadores rápidamente puedan torturar y obtener datos que los lleven al próximo botín. A veces esa función la cumplía un “pozo “que la policía ya tenía para dar “maquina” en paz.

Punto de vista desde Necochea

Al escribir este informe para NdeN pienso en lo que podría implicar estos saberes aplicados a algunas preguntas que nos hacemos con lxs compañerxs de Necochea. ¿Quién era el “Lobo”, jefe de las patotas que secuestraron a la célula del Prt-Erp local encabezada por la compañera Edith Vieytes”? ¿Cuál fue la función real del excomisario Bicarelli? ¿Se le podría imputar ser parte de la estructura de inteligencia de la Sub área 15 y por lo tanto responsable de todos los crímenes contra las personas secuestradas? ¿Había otros lugares de tortura en Necochea-Quequén? ¿Lxs prisioneros que colgaban de un caño que cruzaba el área restringida de la comisaria primera de Necochea, de donde venían y adónde eran llevados?

En 2010 viviendo en Necochea solicité el patrocinio de Pablo LLonto para querellar desde el General Videla hasta el último gendarme que custodiaba El Campito, desde el exgeneral Riveros jefe de Zona 4 hasta el último botón que frenó el tráfico para que la patota del Área 420 secuestrara a Beatriz Oesterheld.

En ese entonces, ignoraba que una pieza fundamental de la Inteligencia militar, su especialista en Montoneros era nuestro vecino de avenida dos, Miguel Conde. Ignoraba también que la tarea minuciosa de la memoria nos llevaría a encontrar un nuevo e ignorado grupo de sobrevivientes del Campito y que su testimonio nos permitiría encontrar al personaje más buscado de la inteligencia militar de Z4.: El Tordo, El Gordo Uno, el temible jefe de interrogadores de Campo de Mayo.

No habrá audiencia el próximo miércoles en la sala del TOF 1 de San Martin, cuarto intermedio parque el ministerio publico fiscal pueda preparar su alegato que seguramente durará hasta el comienzo del año que viene. La fiscala Sosti, de recordado alegato en la causa “Contraofensiva”, dará comienzo al de esta causa el miércoles primero de septiembre.

Hasta entonces tenemos tiempo de ponernos al día con la historia de camino de justicia que venimos transitando. De conocer que se juzga, a quienes y como se llegó a juzgarlos. Las novedades procesales y sus efectos, como la televisación y la presentación de un dispositivo virtual que nos permite ver El Campito como era en 1976.Y fundamentalmente: lo que dejaron los testimonios.

Detrás de la historia de todos estos crímenes y está la historia de una maravillosa y diversa movilización de masas. Están las historias de las personas que amamos. De la resistencia. Están los días más gloriosos. Esta la memoria de todo eso a lo que nos atrevimos a ser.

Por Miguel Fernández Long. 

Querellante y testigo del juicio y exmilitante de la columna norte de Montoneros. 

 

Para mayor información sobre el paso del genocidio:

Genocidas en Necochea: Red de lealtades y pacto de silencio

Genocidas en Necochea, red de lealtades y pacto de silencio: Nota 02

Genocidas en Necochea, red de lealtades y pacto de silencio: Nota 03

Genocidas en Necochea, red de lealtades y pacto de silencio: Nota 04

A 8 años de la liberación del torturador Bicarelli

Recuerdan el 4 de febrero del 77 en Necochea: el secuestro de 5 militantes, tres niñas y un niño